El ungido rey cuando era aun un niño, David tuvo que esperar mucho tiempo que la promesa de Dios para la cual había sido ungido se hiciese una realidad en su vida; antes de ello, incluso fue hecho un proscrito del rey Saúl y tuvo que huir para esconderse en el desierto, tal como se nos relata en primera de Samuel 22:1 →"Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él."....
Que difícil situación para el hombre al que Dios había llamado a ser rey de su pueblo, de ungido a fugitivo; sin embargo vemos en este hombre una actitud poco usual, para quien en una situación similar, en lugar de alejarse de Dios, escogió acercarse a El, David entendió que entre mas se hallaba en dificultades, mas necesitaba de Dios; es en medio del desierto cuando escribe el glorioso Salmo 63, que comienza diciendo:
"Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas," (Salmos 63:1)
Reconocer a Dios en nuestras dificultades, como creyentes y fieles, nos hace mantener indudablemente nuestro horizonte espiritual firme; mantener nuestra mirada fija en el cielo y no apartarla de El, nos hace tener los pies aun mas firmes sobre la tierra.
Eso fue lo que hizo David, aunque la promesa era gloriosa, la realidad era penosa; pero a pesar de eso David no elevo una queja, sino que aun escribió:
"Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. „ (Salmos 63:4, 5)
David tenia su mirada firme en aquel quien le había llamado a ser rey de Israel, el sabia que Dios era fiel; aunque no se le menciona como uno de los grandes de la fe, las expresiones que realizaba a través de los salmos demuestran que estaba esperando al cumplimiento de su promesa. La fe es la protección más efectiva que tenemos en contra de los dardos del enemigo (satanás), que desean hacernos creer que lo que Dios ha prometido nunca se llegara a cumplir en nuestra vida. Recordemos lo que el Apóstol Pablo nos escribió, diciendo
→ "Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. " (Efesios 6:16).
Existe hoy en tu vida una o muchas promesas de Dios para ti, estas frustrado porque a pesar que estas promesas son hermosas, hoy por hoy, te sientes como David, un fugitivo o proscrito de las circunstancias, de la sociedad, de tu familia, en tu trabajo o tan simple como el casero de tu hogar, Dios va a cumplir lo que ha prometido en tu vida ¡El no miente!.....
Te invito hoy a que en un acto de fe, levantes tu manos a Dios, y eleves tu mirada al cielo; y que eleves un canto en oración y de alabanza,,,,
→"estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;"
(Filipenses 1:6).....
Amen
Dios les bendiga amados
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