domingo, 3 de enero de 2016

345- En tu Presencia

“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre" 
(Salmo 16:11)

Cada mañana, nuestro primer pensamiento debe ser para Dios: Él está presente,

→“porque en él vivimos, somos y nos movemos,” 
(Hechos 17:28), 

y a pesar de ello casi nunca pensamos en Él. 

¡Qué ceguera y qué tinieblas!

De un sueño cahemos en otro. El alma no despierta de día ni de noche. Como los sentidos exteriores duermen de noche, así los sentidos interiores duermen de día. Somos como un hombre ciego: Cuando duerme está en doble ceguera; y cuando despierta, ni ve la claridad del sol ni la belleza de la tierra.

Así también nosotros. Dormimos, y nos encontramos en un profundo olvido de Dios. Pero al despertar seguimos en el mismo olvido, 

▁porque nos ocupamos muy poco de Dios y sus perfecciones.

Más bien, entretenemos nuestra alma con las pequeñas cosas terrenales. ¡Ah, qué molesto es la somnolencia y el olvido, porque nos hace culpables, aunque estemos sujetos , por nuestra propia naturaleza, al olvido!

⇨Acordémonos de la propia experiencia de los apóstoles en el huerto de Getsemaní: 
(Mateo 26:40-43).

La Palabra nos avisa “que ya es la hora de levantarnos del sueño” (Romanos 13:11) y de abrir los ojos.

Oh Jesús, ¡no permitas que duerma todo el día en el olvido de tu presencia! Mira, que no puedo defenderme del sueño. Vigila tú por mí, Concédeme el conocimiento de Dios a través de tu conocimiento, concédeme mirarle a Él a través de tu mirada puesta en mí, y que lo pueda amar a través de tu amor.

Mientras que no velemos con Jesucristo, nuestro sueño va con el mundo. Velar con Jesús significa vivir su vida, tener la mentalidad que Él tuvo, obrar como Él obró y sufrir como Él sufrió. El dolor, sufrimiento y oprobio hace que velemos y vivamos con Jesús; por esto los debemos tener en estima. El honor, lo favorable, el bienestar, nos dan somnolencia y propicia el olvido de Dios; es por esto que los hemos de tener en sospecha y cuidado.

Cuando Dios, por la mañana, le da al alma la impresión de su presencia, es preciso tratar tal impresión con cuidado durante todo el día. Así llevará fruto en las ocasiones dadas, aceptando todas las cosas que la mano de Dios provee, tanto la paz como la guerra, lo dulce y lo amargo, la calma y el trabajo.

Oh alma, déjate traspasar por los rayos de la Divinidad, deja llenar tu vida interior con Dios y sus perfecciones. De esta manera se consolidarán tus fundamentos interiores, espirituales. 

▁¿No te es suficiente el carácter de Dios y sus perfecciones?

▁¿Qué cosa mejor puedes hacer que sumergirte en Él y permanecer en Él sin remoción alguna?

El que tiene a Dios, puede prescindir de todas las cosas. 

⇨Dios está en mí y yo estoy en Él; no hay nada que me pueda separar de Él. 
(Romanos 8:35-39)

Porque Él es infinito y, por tanto, está presente interminablemente en mí.

→En esta unión inseparable con Él, mi corazón se encuentra tan satisfecho que podría ser despojado de todas las cosas, y hasta de las más queridas de todas, sin que esto aflija sobremanera mi alma. Porque tanto más lejos están, tanto más cerca me es Dios.

 ¡Qué riqueza es el encontrar a Dios!
→Esto, sin embargo, no ocurre sin entregar y sin "perder" algo!

María de Betania olvidó al mundo entero, hasta a su hermano y hermana, y así encontró a Dios presente en sí; y Él solo le era suficiente.
(Lucas 10:39-42)

Concluyo:
⇨Yo mismo en solo 10 Meses lo perdi todo. Pero fue justo y necesario, por que en el proceso encontre lo mejor... a Jesuscristo en medio de mi prueba, dandome fuerzas dia tras dia y asi poder mantenerme y lograr pasar a un nuevo nivel.
 
⇨Si un alma se queja sobre la pérdida o ausencia de una persona o alguna cosa, esto es porque aún no ha encontrado bien a Dios.

⇨Es verdad que las personas pueden servir para que vengamos a Dios, 

→ Una persona hiso que yo lo perdiera todo...pero esta misma persona fue la que hiso que yo me encontrara con mi salvador.

(Juan 4:29). 
Por haberte encontrado, oh mi Dios, ya no te podré dejar nunca jamás.

¿Cómo podría volver al seno del mundo? 

▁El salmista bien lo confiesa:
 “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra” (Salmos 73:25).

⇨y yo, por que te conosco, tambien te confienso!... 
→“¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
→Y fuera de ti nada deseo en la tierra” 

Amen

Dios te bendiga, en su infinito amor

PRO/PR2016©
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