domingo, 27 de marzo de 2016

406.6-Consumado es,,

Sexta Palabra: 
Consumado Es....
(Juan 19:30)

«Todo está cumplido» 
Se puede interpretar como la proclamación en boca de Cristo del cumplimiento perfecto de la Sagrada Escritura en su persona.

Esta palabra pone de manifiesto que Jesús era consciente de que había cumplido hasta el último detalle su misión redentora.

Es el broche de oro que corona el programa de su vida: cumplir la Escritura haciendo siempre la voluntad del Padre.

(Mt 5,17 ss.; 7, 24 ss.; Le 22,42; lo 4,34). 

Es una declaración de victoria. Cristo había cumplido su misión, había conseguido el propósito para el que fue enviado – la salvación de su pueblo. Con su obediencia perfecta, Jesucristo cumplió la ley en toda su totalidad. Durante su vida Jesús guardó la ley en toda su perfección, es lo que llamamos ‘obediencia activa’; en su muerte de cruz, Jesús llevó el castigo que requería la ley de todos aquellos que rompían sus ordenanzas. Jesús logró ambas cosas a favor nuestro. Por medio de su vida y su muerte podemos ser justificados delante del Dios padre. Somos justos porque su justicia es contada a nosotros por medio de la fe. Somos libres de condenación porque la culpa por todos nuestros pecados fue puesta sobre los lomos de Cristo y por eso podemos ser libres de condenación.

Cristo hizo una obra completa, no solamente nos quitó la culpa de nuestra cuenta, sino que también nos aseguró la vida eterna. Jesús fue no solamente el cordero sino también el sumo sacerdote.

→Gracias a la muerte de Cristo hoy podemos nosotros allegarnos a Dios por medio de Jesús. En la cruz de Cristo: el diablo fue destruido, la ley fue cumplida, y nuestro pecado fue quitado. No hay acusación, el abismo de separación entre Dios y los hombres ha desaparecido.

→La cruz de Cristo revela la justicia divina. La cruz abre la puerta al cielo a todo aquel que le cree a él.  "todo está cumplido" y murió... si hubiéramos seguido paso a paso el drama de la vida de Jesús como en una telenovela, en este momento deberíamos romper en llanto, porque el autor y actor principal ha muerto, para una película, este no sería un buen final, pues muere el protagonista. Pero como esto no es ni una telenovela ni una película, tratándose de la vida real, o de "la mas real de las vidas", nos acongojamos y sufrimos por la muerte de nuestro redentor, pero por uno de esos misterios tan grandes de nuestro existir, la vida posee una ambigüedad tan grande que a la vez nos alegramos por la muerte, porque sabemos que luego viene la resurrección y la vida definitiva junto al Padre. Jesús finaliza su misión entre nosotros... nos ha dado su mensaje, y algunos, aunque sin entenderlo mucho, han hecho caso al llamado y se han empapado del mensaje del Reino y de la misericordia del Padre... ahora nos toca a nosotros, somos los portadores de un mensaje que no es nuestro, el mensaje de que "todo se ha cumplido" y la redención fue consumada por Cristo desde la Cruz y la resurrección. 

Estas palabras no son las de un hombre acabado. No son las palabras de quien tenía ganas de llegar al final. Son el grito triunfante del vencedor. 

Estas palabras manifiestan la conciencia de haber cumplido hasta el final la obra para la que fue enviado al mundo: dar la vida por la salvación de todos los hombres. Jesús ha cumplido todo lo que debía hacer. Vino a la tierra para cumplir la voluntad de su Padre. Y la ha realizado hasta el fondo. Le habían dicho lo que tenía que hacer. Y lo hizo. Le dijo su Padre que anunciara a los hombres la pobreza, y nació en Belén, pobre. Le dijo que anunciara el trabajo y vivió treinta años trabajando en Nazaret. Le dijo que anunciara el Reino de Dios y dedicó los tres últimos años de su vida a descubrirnos el milagro de ese Reino, que es el corazón de Dios. La muerte de Jesús fue una muerte joven; pero no fue una muerte, ni una vida malograda.

Sólo tiene una muerte malograda,

,,,,,→quien muere inmaduro. Aquel a quien la muerte le sorprende con la vida vacía.

Porque en la vida sólo vale, sólo queda aquello que se ha construido sobre Dios. Y ahora Jesús se abandona en las manos de su Padre. “Padre, en tus manos pongo mi Espíritu”. Las manos de Dios son manos paternales. Las manos de Dios son manos de salvación y no de condenación. Dios es un Padre. Antes de Cristo, sabíamos que Dios era el Creador del mundo. Sabíamos que era Infinito y todopoderoso, pero no sabíamos hasta qué punto Dios nos amaba. Hasta qué punto Dios es PADRE. El Padre más Padre que existe. Y Jesús sabe que va a descansar al corazón de ese Padre.

Asi que amados,,,
Ahora que mientras lees, y todavia respiras, si todavia nos a entregado tu corazon a Cristo...es tiempo que lo hagas...

Por que no sabemos en que momento dejamos de respirar y ya no tendras esta bella oportunidad...

AMEN

DIOS LOS BENDIGA. En su infinito amor.

💒PRO/PR2016©📡📲
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(Sabado ,26 de Marzo de 2016)
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